sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo 21; Recuerdos


-Molli: Quee?! Hablas enserio Sara?
-Yo: Totalmente -dije conteniendo las lágrimas-
-Molli: Imposible -dijo en voz muy baja-
-Yo: Qué?
-Molli: Que tu no eres así Sara! -dijo volviéndose hacia mí-
-Yo: Pero Molli, tú no lo entiendes, eres muy pequeña...
-Molli: Deja de decir que soy pequeña! Tengo 15 años! Soy lo suficiente madura como para poder ayudarte en estos momentos!
-Yo: -sin saber muy bien que decir- Pero Molli...
-Molli: -Interrumpiéndome- No, basta ya de peros y déjame hablar. No puedes impedir que nazca, te conozco perfectamente y se que te arrepentirías más tarde si abortas. Tiene que vivir Sara! Imagínatelo, tiene que ser precioso. Una niña, con los ojos de Niall  y tu pelo...
-Yo: No dudo que será precioso y más si se parece a Niall pero es algo más serio Molli...
-Molli: Se que es algo serio! Pero no te das cuenta que mamá se va a acabar enterando? Necesitas su autorización para poder abortar!
-Yo: -mordiéndome el labio inferior- Es verdad... no había pensado en eso...
-Molli: Además tienes que contar con la opinión de Niall, es el padre. Tiene tanto derecho como tú a opinar...
-Yo: En eso si que tienes razón…
-Molli: Bueno, aún es muy pronto, tienes casi 9 meses para pensártelo 
-Yo: Sí, bueno… lo siento, tengo que cogerlo –dije cogiendo mi móvil haciendo dejar de sonar All day de Cody Simpson y saliendo de la habitación-  Si?
-Niall: Hola cariño, qué tal estás?
-Yo: Bien y tu?
-Niall: Bien, en qué hospital está tu hermana?
-Yo: En el Hospital Rey Juan Carlos. Por qué?
-Niall: Vale, en quince minutos estoy ahí 
-Yo: Qué?!
Justo en ese momento colgó el teléfono, dejándome con la palabra en la boca y bastante confusa. No sabía que había querido decir con eso pero tampoco me preocupaba, era Niall, siempre tan despistado.
Llevaba dos días con mi hermana en el hospital y aunque a ella no le parecía bien, también me quedaba a dormir ahí. Hacía algo más de dos meses que no veía a mis padres y no tenía  muchas ganas de hacerlo. La única razón por la que quería ir a verlos, era mi hermana pequeña, Elisabeth. Ya no estaban en el hotel de Madrid, por su trabajo habían vuelto a donde vivimos e iban todos los fines de semana a ver a Molli, por eso me quedaba con ella, no me parecía bien dejarla sola. 
Después de que Niall colgara el teléfono, volví a entrar a la habitación. Molli me pidió que bajara  a comprar la tarjeta para ver la televisión y así hice.
Baje a la planta baja, metí  5 euros en la máquina y saqué la tarjetita.
Salí un momento a tomar el aire ya que hacia dos días que no salía des hospital.
Empecé a oír gritos, mayormente de chicas. No sabía de donde venían  y no le di mucha importancia. Me senté un momento en un banco bajo la sombra, en frente de la puerta del hospital, viendo como entraba gente y como salía mucha otra.
Una enfermera empujaba la silla de ruedas de un niño de unos 8 años, junto a toda su familia. Todos estaban felices y sonrientes, seguramente llevaba ingresado mucho tiempo. El niño parecía muy contento, a pesar de no tener pelo seguramente a causa de una quimioterapia. 
Me levanté del banco, dispuesta a volver a entrar al hospital. Subí el primer escalón, los gritos se oían mucho más cerca que antes. Me di la vuelta para intentar ver de donde venían.  Esta vez veía una marea de personas, gritando, saltando, sonriendo y hasta algunas llorando. Empecé a mosquearme porque no sabía lo que pasaba, así que muerta de curiosidad subí unos cuantos escalones más para poder ver mejor lo que pasaba. Y entonces lo vi.  Él.  Uno de los 5 chicos que causaba ese efecto entre los fans. Firmaba autógrafos, se hacia fotos, pero siempre sin pararse, seguía andando, directo al hospital. Despistado, mirando ha todas partes, probablemente cegado por las luces de los fashes, buscando algo, a mí. Una chica rubia, con el pelo no muy largo y algo bajita, señaló en 
mí dirección, Niall levantó la mano y me saludó y yo, impulsada por una fuerza invisible, empecé a correr hacia él.
Me lancé a sus brazos, dándole un fuerte abrazo, mientras él daba vueltas y me levantaba en el aire. Me separé de él, para poderle mirar a los ojos, y fue entonces cuando dijo:
-Niall: Te he echado muchísimo de menos
Y ahí estábamos, besándonos como nunca lo habíamos hecho, conscientes de que cientos de personas nos estaban mirando, sin importarnos nada, en ese momento solo existíamos nosotros, sintiendo nuestras lenguas juguetear dentro de nuestra boca, iluminados por los fashes, fundidos en un beso dulce y apasionado, locos de amor.
Intenté preguntarle qué hacia allí pero me calló con otro beso.
Sabía que no era el momento adecuado para hablar de mi embarazo y de que hacia Niall en Madrid así que después de hacernos alguna foto con las fans entramos al hospital.
-Yo: No hacia falta que vinieras, por qué lo has hecho?
-Niall: Porque te echaba mucho  de menos  ya te lo he dicho
-Yo: Yo también Niall –dije sonrojando-
-Niall: Y además, también he venido para ayudarte a decirle a tus padres lo del embarazo
-Yo: Qué?
-Niall: Lo que has oído, decírselo juntos siempre será mejor
-Yo: Ya Niall pero yo… no tenía pensado decírselo
-Niall: Pero cómo no se lo vas a decir, son tus padres!
-Yo: Pero ya sabes la relación que tengo con ellos, no se lo van a tomar nada bien
-Niall: Es mejor que se lo digas ahora, se enteraran igualmente cuando nazca
-Yo: La verdad… no estoy segura de que ya sabes… 
-Niall: No entiendo
-Yo: Que no estoy segura de si quiero que nazca
-Niall:-tragando saliva- Cómo que no estás segura? Pe-pensaba que tu querrías tener un hijo conmigo igual que yo contigo…
-Yo: No! Sí que quiero tener un hijo contigo! Me encantaría. Pero no ahora, no estamos preparados
-Niall: No se sí tú estarás preparada pero yo si que lo estoy, y no estoy dispuesto ha impedir que ese bebé nazca y haré todo lo posible para impedir que abortes
-Yo: Cómo vas a estar preparado si tienes 18 años?!–dije levantando la voz-
-Niall: Puede que no sea tan maduro como debería pero estoy seguro de que a ese niño no le faltará de nada –dijo señalando mi vientre-
-Yo: Y yo también se que no le faltará de nada pero no quiero que mi adolescencia acabe tan pronto!
-Niall: No va a acabar! –dijo gritando más aún que yo-
-Yo: Creo que tú aún no te has dado cuenta pero tener un hijo significa no fiestas, volver pronto a casa más bien, pegarse todo el día en ella…
-Niall: -interrumpiéndome- Se lo que significa, y renunciaré a todo eso si hace falta
-Yo: Pues yo no estoy dispuesta a renunciar tan pronto…
-Niall: Quieres qué de diga la verdad?! Yo no quiero estar con una persona capaz de matar una vida que crece dentro de ella!
-Yo:-aguantado las lágrimas- Pero no te das cuenta que lo voy a tener que cuidar yo?! Tú estarás siempre de gira!
-Niall: -gritándome- Estás diciendo que no seré un buen padre?! Qué lo abandonaré cómo hizo tú padre contigo?!
-Yo: Te has pasado Niall –dije comenzando a llorar y yéndome corriendo-
Sabía perfectamente lo que más me dolía pero no pensaba que me lo echaría en cara. Pensaba que era diferente. Diferente a todos los hombres que había conocido, incluido mi padre.
Llorando sin poder evitarlo y corriendo sin rumbo entre fans que aun quedaban en la puerta del hospital. Corría sin saber donde, consciente de que ciento de personas miraban como me alejaba.
Pude saber que Niall iba detrás de mí cuando comencé a oír los gritos de nuevo. Llena de dolor y rabia comencé a correr más rápido para que no me alcanzara. 
Un viento cálido me golpeaba la cara y mis mejillas empezaban a enrojecer de rabia, bañadas en lágrimas.
Convencida de que  ya nadie me seguía me senté apoyada detrás de un árbol, escondiendo la cabeza entre mis manos y llorando, recordando el día en que nuestro padre nos abandonó.
Fue cuando vivíamos en un pequeño pueblo de la costa. Molli tenía 5 años, James 12 y yo 7.  El día transcurría como otro cualquiera. Salimos de colegio, nos despedimos de nuestros amigos (yo aún no conocía a Luna) y nos juntamos los tres para volver a casa. 
Como todos los días, paramos a comprar frambuesas para mamá a Marga, una señora mayor que las vendía en la calle. De camino nos comíamos dos o tres cada uno, siempre dejando las más  maduras y rosadas para mamá.
Como siempre al entrar, el olor de la comida invadía toda la casa y nosotros, hambrientos corríamos a la cocina. Mamá nos daba un beso en la mejilla y nos daba las gracias por las frambuesas. Nos sentábamos a comer los cinco juntos como todos los días y después nos tumbábamos con mamá a dormir la siesta mientras papá iba a trabajar.
Fue esa tarde, cuando volvía a casa con mis hermanos de recoger conchas y caracolas. Se oían gritos y golpes en nuestra casa y fuimos corriendo a saber que había pasado.
La puerta estaba abierta, como siempre pero había una ventana rota.
Entramos, mis padres estaban discutiendo, mi padre estaba ensangrentado debajo de la ventana rota. Mi madre le gritaba, cosas que yo nunca había oído, palabras que nos prohibía decir.  Le tiraba a la cara todas las cosas que encontraba, sin importarle haberle roto la ceja. Yo lloraba, intentando parar a mi madre sin saber lo que había pasado. James se llevó a Molli al piso de arriba que lloraba y gritaba intentando proteger a mi padre.
Un hombre, al que yo nunca había visto salió de cuarto de baño, con la mano llena de sangre, probablemente el que empujó a mi padre contra la ventana. En ese momento entendí que ya no volveríamos a ser una familia. Mi padre se levantó, me dio un beso en la mejilla y me susurró al oído ``Os echaré de menos´´ y se fue mientras más objetos le golpeaban la espalda. Se fue, para siempre. Mi madre le había sido infiel, con el hombre que más tarde sería mi padrastro, con el que tendría otra hija, Elisabeth. Y desde entonces nuestra relación no volvió a ser la misma. Nos mudamos, haciéndonos dejar atrás a todos nuestros amigos de la infancia, vivir con el hombre al que siempre hemos odiado, con el que discute todos los días. Siempre le e echado la culpa de que yo no tenga padre, porque es así. De haber tenido que crecer con un hombre desconocido. Con dos personas que odio. Que desprecio por haberme hecho crecer sin mi padre. Por haberme hecho madurar tan deprisa. Por haberme hecho sufrir tanto. Por haberme hecho perder a las personas que más me importaban. A mí padre y mi madre, porque para mí, ella ya no es mi madre. Es un ser despreciable por hacerle eso a una persona como mi padre. Está muerta para mí. Lo único que me une a esa casa son mis hermanos. Así que para mí, mi padre no era que nos había abandonado, era mi madre.
Fue entonces cuando sentí su mano en mi hombro, levanté la cabeza y lo vi. Me había seguido. Rota, como una muñeca de porcelana que cae al suelo, me dejé abrazar por Niall.
No se cuanto estuve llorando en su hombro ni cuanto tiempo estuvimos abrazados solo sé que las palabras ``lo siento´´ que susurró a mi oído más de 15 veces, me hicieron sonreír.
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Siento haber tardado tanto pero es que no he tenido mucho tiempo pero el capítulo 22 lo subiré antes! 
Bueno pues que muchisimas gracias por leer y por esperar tanto tiempo por los capítulos!
Un besazo!

5 comentarios:

  1. Guau, no nos dejes con la intriga !! :)

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  2. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa(: Porfavor no nos puedes dejar con la inrtigaa siguiente porfavoooorr <3
    Tequiero sis:)
    Si tienes tiempo pasate por mi nove y me das tu opinion gracias :D
    http://dibujarelsonidodeunalagrimalcaer.blogspot.com.es/

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    Respuestas
    1. Jiji^^ Muchiiisimaas graciaaas! Ya esta el siguiente!
      Cuando pueda me pasao y te digoo:D
      Tequiero(:

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